Que es y como se calcula la huella de carbono

La huella de carbono tiene mucho que ver con toda clase de viaje en coche, cuando cargamos nuestro móvil, ponemos en acción a una simple lavadora o realizamos cualquier tipo de rutina, ya que básicamente estamos dejando una estela completa de gases que se van acumulando progresivamente en la atmósfera y van contaminando al planeta.

En ese sentido, la huella de carbono es la representación de todo el volumen de gases del efecto invernadero (GEI), los cuales si producidos por esas actividades propias de la economía y vida en sí del ser humano.

Por esta razón, es fundamental conocer el dato que se expresa en toneladas del CO2 que emitimos, para así poder aplicar diferentes medidas y activar aquellas iniciativas que ayudan a reducirla lo mayor posible.

Por ello, te invitamos a seguir con el presente artículo, ya que todo este tema lo vamos a desglosar para que puedas entender qué es la huella de carbono y así tener un buen manejo de esta.

¡Empecemos!

Contenido

¿Qué es la huella de carbono?

Básicamente, todo aquello que deja rastro (gases de efecto invernadero/GEI) de las actividades cotidianas del ser humano, es conocido como huella de carbono.

Y esta, se muestra como un indicador ambiental que realiza la medición tanto, de aquellas emisiones directas como las indirectas de los compuestos como el óxido de nitrógeno, el metano, el hexafluro de azufre y claro, el dióxido de carbono, aunque en esta lista faltan otros compuestos más.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero llegó a niveles de récord en el año 2019.

Del mismo modo, se puede notar como la huella de carbono sigue en constante crecimiento, y un claro ejemplo de esto es que, desde el año 1961 este dato se ha visto multiplicado por 11.

Llegando al punto que supone alrededor del 60 % de todo el impacto que significa el hombre para el medio ambiente; esto, según las estimaciones de la Global Footprint Network.

Dicho esto, a continuación, hablaremos de algunos conceptos sumamente importantes en relación con la huella de carbono.

¿Qué es la huella de carbono personal?

Partiendo de la idea del concepto ya mencionado, la huella de carbono personal es aquella que origina solamente un individuo ya sea, al desplazarse, alimentarse, consumir y usar diversos recursos, como puede ser la energía.

Según la ONG ambiental (The Nature Conservancy) se estima que cada uno de los habitantes del planeta está generando una media aproximada a las cuatro toneladas al año de CO2.

En el países más desarrollado y demás ciudades grandes como en los Estados Unidos, esta es una cifra que se cuadruplica cada año y por cada persona.

Por esta razón, en The Nature Conservancy indican que la huella de carbono personal se debe reducir a la cifra de dos toneladas al año para el 2050.

Y es que, según los expertos, esta es la forma más óptima de evitar el constante aumento de la temperatura hasta un umbral ya casi imposible de manejar, agravando aún más el cambio climático hasta que se trate de un problema prácticamente irreversible.

¿Qué es la huella de carbono en las empresas?

Como sucede con las personas, las entidades también llevan a cabo actividades que llevan por consecuencia la emisión de gases de efecto invernadero, como lo es el contexto de fabricación, o el transporte y consumo de energía.

En ese sentido, la huella de carbono empresarial hace la medición de todas las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de las empresas, así como el alcance que estas pueden representar, ya sea que se trate de indirectas, si se pueden controlar o si no se puede hacer.

Teniendo esto en cuenta, las compañías suelen contar con la opción de disminuir o, en cierta medida compensar su propia huella de carbono.

Esto lo logran siendo más eficientes energéticamente, además de consumir energías renovables, invirtiendo en proyectos del medio ambiente, haciendo campañas de sensibilización, abonando en impuestos verdes o adquiriendo toneladas de CO2 a través del mercado internacional de emisiones.

Del mismo modo, así como estas hay muchas más medidas que pueden ayudar al respecto.

¿Cuál es la huella de carbono de un producto?

La huella de carbono, tiene que ver con los servicios y bienes de consumo que también pueden emitir gases de efecto invernadero sea, antes, durante y después de la vida útil de estos.

Su combinación se da, en este sentido, a partir de la consecución de materias primas así como su procesado, producción y posterior distribución, hasta el momento en el que se consume y su transformación en residuo se va a reutilizar o por el contrario, se va a desechar en un vertedero.

Teniendo esto en cuenta, la huella de carbono de eventos, como escenarios deportivos, conciertos y demás, también entran en este concepto, ya que son contextos en los que se suele generar el transporte, consumo de energía, generación de productos de desecho y demás factores así.

Diferencias entre la huella de carbono y la huella ambiental

Aquí es importante hacer un paréntesis en el hecho que, en otro de conseguir un mejor futuro a nivel ambiental, han aumentado las metodologías, investigaciones, herramientas y demás conceptos que tratan de ayudar con este objetivo.

Y por ello es que se pueden notar algunas similitudes en los conceptos de huella de carbono y huella ambiental, pues se deben usar de manera diferente por mucho que se pueda parecer que están en el mismo punto.

La huella ambiental por su parte, cuenta con el objetivo de evaluar el costo de una mercancía a lo largo de su ciclo de vida con relación ambiente, al igual que con las actividades de organizaciones para acoplarse a medidas mitigantes y de reducción.

Entonces podemos concluir que, si bien suenan como conceptos similares, la huella de carbono por su parte, cuantifica las emisiones de gases de efecto invernadero.

Mientras que la huella ambiental, comunica una visión generalizada del impacto que una organización o producto tiene en el entorno.

Aprender a usar la huella de carbono a nuestro favor

Desde un enfoque personal con respecto a la huella de carbono, se evalúan aquellas emisiones de gases de efecto invernadero que nosotros como humanos causamos directa o indirectamente, y para realizar esta métrica, es necesario conocer los hábitos de consumo propios del individuo.

Por ello, es que muchas organizaciones en la última década han desarrollado herramientas que pueden ser de ayuda de cara a estimar las emisiones de gases de efecto invernadero que nosotros generamos con nuestras actividades.

Y como veremos más adelante, es importante que te informes sobre tu huella de carbono, pues no sólo serás consciente sobre el impacto que representas para el ambiente, sino que, además, podrás tomar las medidas correspondientes para reducir la huella de carbono.

¿Cómo cuantificar la huella de carbono?

La unidad de medida de la huella de carbono es el CO2e, es decir, el dióxido de carbono equivalente. Asimismo, está es una unidad que también se cuantifica a través de toneladas o gigagramos, que es el equivalente a las 1.000 toneladas.

A pesar de que lo hay una medición única de la huella de carbono, si que hay algunos enfoques concretos para acercarse a este cálculo, y en este sentido, las seis perspectivas principales que vamos a comentar, cuentan con las normas y métodos Internacionales:

Corporativa

Aquí se mide la huella de carbono de una empresa por un año normalmente, para aprovechar los recursos de una mejor manera.

Esta es una perspectiva usada normalmente para la redacción de reportes e informes en el interior de la comunicación del desempeño de una empresa/organización ante el cambio climático.

Ciclo vital de un servicio o producto

En este caso se miden las emisiones de gases de efecto invernadero de las mercancías o los servicios en su cadena de producción, y en algunos casos, hasta en el consumo o desecho propio.

Personal

Aquí se llevan a cabo evaluaciones de las emisiones directas o indirectas de GEI que tiene un individuo en determinado lapso, y para ello es importante conocer los hábitos de consumo y las posesiones de una persona para hacer este cálculo.

Eventos

Aquí se contabiliza la huella de carbono a lo largo de la planificación y realización de cualquier evento.

Esto con frecuencia, funciona para llevar a cabo acciones que ayuden a compensar las emisiones de estos gases y tener ese certificado de ser un “evento de carbono neutro”.

Territorial

Aquí se miden las emisiones de gases de efecto invernadero de un área en concreto, la cual se limita a nivel geográfico o político.

Asimismo, funciona para establecer el impacto global del cambio climático sobre un área para realizar así, los planes para mitigar el problema.

Industrial

Esta se encarga de evaluar la huella de carbono de un sector productivo en particular, por lo que significa la oportunidad de optimizar aquellos recursos y el uso de las diferentes materias primas, haciendo que el impacto global cuente con ventajas competitivas y mayor control.

Ahora que ya repasamos estos puntos, es importante aclarar que, si bien cada enfoque que evalúa la huella de carbono cuenta con objetivos concretos, todos tienen el común denominador de implementar medidas para disminuir las emisiones de estos gases de efecto invernadero.

¿Cómo disminuir la huella de carbono?

Cuando se trata de reducir la huella de carbono, es importante contar en primer lugar con una correcta evaluación de la misma, y esto se encuentra con una buena base, ya se pueden aplicar las medidas correspondientes para reducir este factor, como veremos a continuación:

Ejemplos para reducir la huella de carbono

En lo que respecta a las empresas, podemos destacar que las más concientizadas al respecto abordan la situación de diversas maneras, tales como:

  • Restaurar a nivel ecológico y forestal los terrenos degradados por la geografía nacional.
  • Optar por la implementación de plantas fotovoltaicas de energía.

A nivel personal, algunos ejemplos que pueden ayudar al respecto son los siguientes:

  • Sin ser muy técnicos, aplicar las “3 R” (reutilizar, reducir y reciclar) es un método que puede ayudar bastante, conceptos básicos que ayudan notablemente al ambiente. En este sentido, hay un montón de objetos a nuestro alcance que pueden tener una segunda vida, y es por ello que es importante evaluar si muchos de los artículos que “no son útiles” pueden tener otro uso antes de ser desechados.
  • Se puede optar por reducir la cantidad de vuelos en avión, además de preferir otros medios de transporte que tengan menos emisiones de GEI, como la bicicleta, y claro, si se trata de distancias cortas, preferiblemente caminar sea la mejor opción antes que usar el vehículo particular.

Otras medidas

Es importante destacar el hecho de que cada vez son menos las oficinas que están disminuyendo el consumo de papel, pues se trata del tercer emisor de gases de efecto invernadero.

En este sentido, hay que aprovechar todas las tecnologías que se tienen a nuestro alcance, como es el caso de las herramientas de almacenamiento, los cuales permiten contar con toda la documentación disponible en cualquier lugar, y claro, esto es lo que muchas empresas están usando para disminuir ese consumo importante de papel.

Claro, también es fundamental cambiar las fuentes de energía, y es que como ya comentamos anteriormente, cada vez más empresas están optando por fuentes de energía fotovoltaica, además del uso de focos ecológicos, cuya capacidad de ahorrar es bastante grande.

En fin, la huella de carbono es un aspecto por le que todos debemos preocuparnos, pero sí que es cierto que las empresas son quienes deben estar más enfocadas a trabajar en este aspecto, ya que de allí partirá una mayor concientización con la sociedad.

Claro, hay muchas más medidas que se pueden implementar, pero empezando por acciones pequeñas en función del estilo de vida de cada persona, es algo que va a resultar de gran ayuda.

Uso eficiente de la energía, reutilizar productos que puedan tener otro uso antes de desecharlos y en general, ser conscientes de aplicar cualquier acción que ayude a reducir esta huella de carbono.