¿Qué es una sonda de humedad?

Los sensores o sondas de humedad son un tipo de dispositivo analógico que ha ido incrementando su popularidad en los últimos años, debido a que resultan bastante útiles. Tanto en hogares como en locales comerciales, estos dispositivos de tecnología hardware permiten medir con una considerable precisión el porcentaje de humedad (vapor de agua) que está presente en el aire.

Con esta información envían señales a un sistema de climatización para que se encargue de regular esta cantidad de humedad, haciendo que el ambiente se sienta mucho más reconfortante para las personas.

También son dispositivos capaces de hacerle saber al usuario cuando debe hacer uso de humidificadores y, de necesitarlo, deshumidificadores para mejorar la calidad del aire en, por ejemplo, una habitación.

Pero esto no es todo, las sondas de humedad son extremadamente útiles en aplicaciones como la jardinería, la agricultura o la construcción. Esto debido a que también pueden medir la humedad en diferentes materiales y superficies.

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¿Qué es una sonda de humedad?

En términos simples, un sensor de humedad o sonda de humedad no es más que un aparato el cual ha sido diseñado para detectar y controlar el porcentaje de agua que hay en el ambiente, en un material o superficie.

Puede también ser conocido por un nombre más técnico: Higrómetro. Este es un elemento totalmente indispensable para el área de la meteorología.

Sin embargo, gracias a todo lo que es capaz de aportar, este aparato poco a poco ha sido añadido en todo lo relacionado con los sistemas de climatización que suelen haber en los hogares o en locales comerciales. Este dispositivo también es capaz de medir la temperatura y actividad acuosa en el ambiente.

Usos de una sonda de humedad

Como ya hemos mencionado en el apartado anterior, las sondas de humedad sirven para detectar el porcentaje de vapor de agua que está presente en el aire seco o diferentes superficies. Cuando el nivel de agua supera ciertos valores limites, puede elevar la sensación de frio o de calor.

Por otro lado, si los niveles de agua son muy bajos, es común que ocurra sequedad en la garganta y en las vías respiratorias.

Esta es la razón por la que muchos sistemas relacionados con la climatización de nuestro entorno hacen uso de este tipo de dispositivos.

Una sonda de humedad manda una señal que nos hace saber si el porcentaje de humedad es o muy alto o muy bajo. Inmediatamente trata de extra una pequeña cantidad de aire para sustituirla por otra que provenga del exterior para tratar de compensar el desnivel de humedad.

Ahora bien, este tipo de sensores de humedad suelen traer consigo una interesante cantidad de funciones adicionales que no tienen que ver directamente con los sistemas de, por ejemplo, aire acondicionados o calefacción.

  • Las sondas de humedad son capaces de determinar el porcentaje de humedad que se encuentra presente en el suelo de los jardines y huertos. Esto significa que podremos conocer con precisión todo lo relacionado con el regadío, así como ser un poco más eficientes.
  • También pueden medir el porcentaje de humedad en diferentes materiales como, por ejemplo, materiales de construcción. Esto es especialmente útil para detectar cuando ha terminado el proceso de fraguar un metal.
  • Este tipo de sondas también pueden llegar a prevenir fugas e inundaciones. Para esto, lo mejor es colocarlos en lugares como almacenes, cocinas, cuartos de baños, entre otros.

Ventajas de usar una sonda de humedad

  • Este tipo de dispositivos son capaces de medir con mucha precisión el porcentaje de humedad que hay en el ambiente.
  • Son aparatos bastante económicos y que suelen durar mucho tiempo. Cuentan con una vida útil considerablemente larga, principalmente por la simpleza en sus mecanismos de funcionamiento.
  • Como ya hemos mencionado, las sondas de humedad también son capaces de medir la temperatura ambiental.
  • No necesitan de conocimientos técnicos para ser utilizados. Son muy fáciles de calibrar.

Quizás el punto más negativo y al que podemos prestarle cierta atención está en que este tipo de dispositivos no miden de manera adecuada los cambios bruscos de humedad.

Para la suerte de todos, las condiciones que nos encontramos en el interior de un hogar, no suelen ser lo suficientemente volátiles como para que estos dispositivos no puedan llevar a cabo su tarea de una manera correcta.

¿Cómo instalar una sonda de humedad en nuestro hogar?

Lo primero que debemos recomendar es que se trate de hacer uso de una sonda que no use cables, que funcione por medio de baterías internas con conductividad eléctrica.

Este tipo de baterías suele tener una duración de aproximadamente dos años, por lo que podremos darle mucho uso antes de tener que cambiarlas.

Para realizar una instalación correcta de una sonda, se debe hacer uso de un taladro especial si no se quiere comprometer la estructura del suelo en donde será colocada la zona.

El taladro se encarga de realizar una perforación de un diámetro parecido al de la sonda, por lo que no se estaría removiendo parte del suelo.

Esto es muy importante, pues de esta forma no se alteran las mediciones relacionadas con la cantidad de humedad. Lo recomendable es dejar el suelo alrededor de la sonda lo más intacto posible, de esta forma se obtendrán datos más reales.

La forma de la mayoría de las sondas es tronco-cónica, esto quiere decir que su diámetro es menor en la punta y poco a poco se va haciendo mayor conforme nos aproximemos al extremo superior.

Esto es algo que facilita enormemente la instalación al mismo tiempo que también facilita mucho la retirada de la sonda del suelo.

Conclusiones finales

En conclusión, tener uno de estos interesantes aparatos para medir la humedad o la temperatura en el ambiente puede tener repercusiones directas en la comodidad tanto de nuestra casa como de nuestro sitio de trabajo.

Son capaces de mejorar las condiciones de nuestro jardín e incluso de alertarnos de posibles peligros como, por ejemplo, inundaciones.

Sin duda alguna este es un dispositivo de lo más versátil el cual merece tener una pequeña oportunidad en nuestra vida.